domingo, 26 de julio de 2009

Eurocopa 1980: El bicampeonato alemán

Después de haber obtenido un éxito increíble con el anterior campeonato, la UEFA acordó que el número de participantes se ampliaría. El torneo se realizaría en Italia por segunda vez.

Paolo Rossi suspendido
Con ocho equipos implicados en lugar de cuatro, los aspirantes fueron divididos en dos grupos, de los cuales los ganadores avanzarían directamente a la final. En otro cambio de procedimiento, una de esas ocho plazas iba automáticamente a los anfitriones de Vincenzo Bearzot, pero sin el delantero suspendido Paolo Rossi, éstos se enfrentaban a un gran esfuerzo en la sección que también incluía a Inglaterra, Bélgica y España.

Bélgica nuevamente fue la sorpresa
Si poco se esperaba de España, al contrario fue Inglaterra, que se clasificó con rapidez y que poseía al delantero de clase mundial y jugador europeo del año en 1978 y 1979, Kevin Keegan. La estrella del Hamburguer SV, sin embargo, fue incapaz de conseguir el objetivo y después de abrir con un empate 1-1 frente a Bélgica, las ambiciones de Inglaterra se evaporaron con una derrota 1-0 frente a Italia. Estos habían comenzado con un empate sin goles frente a una España que también falló ya que obtuvo el mismo resultado con Bélgica, que pasaban de repente a su primera gran final gracias a un buen equipo y de una excelente preparación de Guy Thys.

El panzer alemán
En el otro grupo del cuadro, la República Federal de Alemania se presentó a la competición con un equipo rejuvenecido por el entrenador Kart Heinz Rummenigge y el jugador de 20 años Bernard Schuster. Siendo un mediocentro dentro del equipo que tenía Günter Netzer, Schuster tenía pocas opciones en el fútbol internacional en ese momento.

Holanda cae derrotado, sorpresa
Los alemanes empezaron vengándose de Checoslovaquia, que les había derrotado en la final de 1976, y se aseguraron un puesto en la final con un igualmente satisfactorio 3-2 frente a Holanda. Dos goles tardíos holandeses casi anulan el "hat-trick"de Klaus Allofs, pero el equipo de Jupp Derwall se mantuvo vivo en la competición gracias a un empate a cero con Grecia.

Por el tercer puesto
Sin un torneo sin semifinales por el nuevo formato, Italia y Checoslovaquia disputaron un partido para decidir la tercera posición. Los poseedores del título consiguieron la tercera plaza en un partido decepcionante que se tuvo que decidir en la tanda de penaltis tras concluir con un empate a uno. Fue la última vez que la tercera plaza se decidiría en el formato eliminatoria.

Una final emocionante
Afortunadamente la final proporcionó más entretenimiento, a pesar de que los fantasiosos alemanes se adelantaran tempranamente cuando Hrubesch disparó puerta a los 10 minutos. En la segunda parte, la presión ejercida por el equipo belga acabó en un penalti a su favor, que anotó René Vandereycken, pero, como en 1976, Alemania se adelantó más tarde, y está vez ganó. Hrubesch, que estaba en el equipo sólo por la pierna rota de Klaus Fischer, fue el héroe otra vez al cabecear un corner botado por Rummenigge que le sirvió para alcanzar la corona europea.
El equipo ideal del torneo
Dino Zoff (Italia), en el arco; Claudio Gentile (Italia), Gaetano Scirea (Italia), Karl-Heinz Föster (Alemania), Hans-Peter Briegel (Alemania), en la defensa; Marco Tardelli (Italia), Bernd Schuster (Alemania), Hansi Müller (Alemania), en el mediocampo; Karl-Heinz Rummenigge (Alemania), Horst Hrubesch (Alemania), Jan Ceulemans (Bélgica), en la delantera.

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